martes, 14 de febrero de 2012

Marta y Emilio


Este enlace se celebra en la casona de la abuela de la novia, en Asturias, una preciosa construcción de más de cien años de antigüedad con un prado lleno de flores. Precisamente las flores fueron las protagonistas de la invitación. Los novios querían una invitación tradicional pero con un toque de originalidad y, sobre todo, que fueran muy alegres. Finalmente optaron por tres modelos de tarjeta, con el exterior común, que anticipaban una celebración campestre y natural.

Aunque prácticamente todos los invitados conocían la famosa casona de la abuela, en el sobre se incluía un plano y las coordenadas de la localización de la casa.

Con la imagen del interior de las invitaciones, se hicieron tarjetas sueltas en las que los invitados escribieron sus mejores deseos, así como hermosas anécdotas del feliz día. Las tarjetas se colocaron prendidas en cuerdas de ratán que se situaron entre dos de los árboles del jardín. Otras, se fueron como recuerdo en los bolsillos de algunos invitados.






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